El terminal de Motorola Droid X, tiene un sistema de seguridad, denominado eFuse, que corrompe de forma intencional los archivos para arrancar el sistema del teléfono, con el objeto de dejarlo inutilizado cuando se detecta alguna modificación no autorizada por parte del usuario.
Una vez bloqueado el teléfono, la única forma de devolverlo a su operatividad es enviarlo al soporte técnico de Motorola para que realicen una reparación de hardware.
Desde luego, es una de las formas más agresivas de proteger el sistema de un terminal telefónico hasta la fecha y es aún más curioso cuando el sistema que lleva (Android) está bajo una licencia de código abierto y en teoría invita a los usuarios a modificarlo según sus necesidades.
Fuente: MobileCrunch
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